Marbella: 5 recomendaciones para viajar en solitario

Viajar en solitario a Marbella es una experiencia única y maravillosa. La ciudad y sus alrededores ofrece al visitante una lista de opciones espectaculares que harán de este momento algo inolvidable. Desde un viaje de relax hasta una exploración de nuestras costas, Marbella es un destino soñado para viajar sin compañía.

La Costa del Sol es formidable desde cualquier ángulo. Si quiere divertirse con su fantástica vida nocturna o disfrutar de la paz que dan sus paisajes naturales, Marbella es mágica. Es un destino ideal para un viaje sin más acompañantes que sus ganas por conocer una ciudad encantadora.

Repasemos las 5 mejores alternativas para recorrer Marbella en solitario con una de las ofertas turísticas ideales para un viaje inolvidable. Verán desde los paseos más excitantes hasta los planes para meditar y reencontrarse con ustedes mismos.

5 planes de viaje en solitario en Marbella

1. Senderismo en la Sierra Blanca

La Sierra Blanca es uno de los paisajes naturales más bellos del sur de Europa. El divino contraste entre la costa que puede verse desde sus miradores y la frescura de los bosques de coníferas es simplemente maravilloso.

Para los senderistas de todos los niveles de experiencia, la Sierra Blanca ofrece rutas con diferentes grados de dificultad y lugares extraordinarios como El Pico de la Concha o el Juanar. Pero, todas las rutas tienen algo en común: Uno de los paseos quedará impreso en sus retinas para siempre.

2. Ruta histórica por el casco antiguo de Marbella

La Ciudadela es la parte más antigua de la ciudad. Aquí podrás encontrar una perfecta fusión entre lo moderno y la herencia de todas las culturas que han habitado Marbella.

Como en ninguna otra ciudad, en Marbella se han dado cita siglos de historia mundial y sus calles son un museo abierto a las épocas más emocionantes de la humanidad.

A pocos pasos de los hoteles La Ciudadela, se pueden visitar sus murallas y museos como una experiencia enriquecedora sin igual. Pero son sus callejones y esquinas donde podrán apreciar de primera mano las huellas de piratas, sultanes y emperadores que se han disputado a Marbella como un verdadera joya.

3. Comer, el placer más personal del mundo

Los monjes de la edad media sabían que comer es uno de los placeres más divinos de la humanidad. Por algo decidieron que la gula fuera un pecado capital y condenaron a los golosos a los círculos del infierno de Dante. Pero, en Marbella, el pecado sería no entregarse a los delirios de la mejor gastronomía del mundo.

Prueba de esta magnífica perdición son los restaurantes del Grupo La Ciudadela en pleno casco histórico marbellí. Los restaurantes Thaissence y A Fuego entregan al visitante una muestra de la mejor cocina fusión con los mejores ingredientes de la Costa del Sol.

Desde un místico plato de la cocina peruana hasta una enigmática receta Thai, en Thaissence pueden disfrutar de la unión de las mejores cocinas del mundo. Pero, el placer de la carne tiene su clímax en el restaurante A Fuego, una experiencia gastronómica sin comparación en ningún otro lugar del mundo.

4. La Marbella deportiva

Para los amantes del surf, kitesurf, pesca deportiva o de la navegación, no hay otro lugar como Marbella. Sus infinitas costas ofrecen uno de los mejores escenarios para practicar los deportes acuáticos más emocionantes.

Pero no sólo el agua es protagonista en la vida deportiva de Marbella. La ciudad ofrece al visitante opciones increíbles de senderismo, paseos a caballo, barranquismo y deportes de aventura. Todos enmarcados dentro de los más bellos paisajes y la belleza natural de un pedacito del Paraíso en la Tierra.

5. Relajarse, meditar y perderse en las olas

Sin duda alguna, encontrar un momento de paz es hoy en día algo muy difícil. Muchos visitantes buscan en Marbella ese refugio que les permita huir por unos días del ruido ensordecedor de las ciudades, el trabajo y la vida cotidiana.

La costa marbellí ofrece al viajero en solitario una larguísima lista de calas vírgenes, rincones alejados del turismo y espacios para la paz. Playas de difícil acceso que se abren tras senderos agrestes, pequeñas bahías para entregarse a un buen libro o tumbonas para olvidarse del mundo.

6. Paseo en Bicicleta hasta Puerto Banús

A muy pocos pasos del centro de Marbella está Puerto Banús, un lugar mágico con una de las mejores vistas de la costa mediterránea. Los paseos en bicicleta por el puerto son perfectos para combinar un poco de ejercicio con una experiencia sensorial única.

En Marbella, no hace falta nada. Solo llegar y dejarse mimar por una ciudad que recibe a sus visitantes y los hace suyos. El encanto de sus habitantes, sus paisajes monumentales y su exquisita oferta hotelera como el Grupo La Ciudadela les esperan. Un viaje en el que la única compañía que necesitan es Marbella y su delicioso encanto.